Descubriendo un fallo
El problema tiene trampa. Se trata de saber, a partir de las cifras de un número, que la división va a dar exacta, sin que importe su posición. En nuestro sistema de numeración, los únicos números de los que podemos saber algo sobre su divisibilidad por las cifras, sin importar la posición, son el 9 y el 3.
Recordemos que cuando un número es divisible por 9 o por 3, la suma de sus cifras lo son, y si lo son, también el número lo es.
En nuestro caso, el número que cita el notario usa las cifras 0 0 0 1 2 3 5 6 7 9 9, cuya suma es 1 + 2 + 3 + 5 + 6 + 7 + 9 + 9 = 42, que es múltiplo de 3 pero no de 9. Así, sabemos que el número no da decimales si es tres, y es toda la información que podemos obtener de ese dato.
Así que, si uno de los herederos dice que la división no puede dar decimales, es porque el número de hijos es precisamente 3, y sabe que no puede, por lo tanto, producir decimales en su división.
Como recordaréis, varios de los comentarios se dieron cuenta de este detalle.
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